Oaxaca, antigua Noble y Leal ciudad de Antequera, ancestral región de Huaxyacatepec, “lugar en la punta del huaje”.
Lugar único, donde tienen cabida todas las épocas de México: prehispánica, colonial, independiente, moderna y contemporánea.
Oaxaca revestida de cantera verde.
Sus espacios, edificios, calles, museos, festivales, artesanías, ruinas precolombinas e iglesias barrocas son punto de encuentro de turistas de todo el mundo.
¡La ciudad de Oaxaca fue elegida la segunda mejor ciudad de Centro y Sudamérica 2017, de acuerdo con la revista Travel and Leisure!
El centro histórico de Oaxaca es Patrimonio Cultural de la Humanidad, desde el 11 de diciembre de 1987.
En primer lugar, es imperdible el centro de la ciudad, donde podemos encontrar lugares mágicos y llenos de historia cómo:
- La Basílica de Nuestra Señora de la Soledad. Construida entre 1682 y 1690, un santuario dedicado a la Virgen de la Soledad, patrona de la ciudad.
- La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. Su construcción fue iniciada en 1535, concluyendo 2 siglos después, en 1733. Es Sede actual de la Arquidiócesis de Antequera.
- Ex Convento e Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, hoy Museo de las Culturas, marco de belleza arquitectónica inigualable.
- A pesar de su complicada historia, conserva importantes piezas arqueológicas, cómo las joyas de la Tumba 7 de Monte Albán.
- También la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa, de casi 24 mil volúmenes antiguos.
- Su proyecto de restauración, fue distinguido con el Primer Premio Internacional Reina Sofía de Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural en 2001.
Otras de las maravillas que Oaxaca nos ofrece son:
- Sitio arqueológico a 10 km de la ciudad de Oaxaca, que mantuvo fuertes vínculos con la ciudad de Teotihuacán.
- Nombrado por los zapotecos como “Dani Baá: Montaña Sagrada”, o “Yucucui: Cerro Verde”, por los indígenas mixtecos.
- En su momento de mayor desarrollo, Monte Albán llegó a tener cerca de 35,000 habitantes, dedicados a la agricultura.
- Aquí se descubrió el tesoro precolombino más valioso de México: la famosa tumba 7, descubierta por Alfonso Caso en 1932.
- Conserva elementos arquitectónicos que son parte de la tradición zapoteca, también influencias teotihuacanas y estilos mixtecas.
- Ha sufrido varias destrucciones durante su historia; el templo católico de San Pablo se construyó justo sobre varios palacios prehispánicos.
- Mitla está estrechamente ligada al culto a los muertos. Aquí existen 2 tumbas cruciformes, que nos hablan sobre las tradiciones funerarias de Mixtecas y Zapotecas.
- Se ha calculado la fecha de construcción de estos recintos, probablemente entre los años 1300 y 1400 d.C.
- Un elemento característico son sus ornamentos geométricos y simbólicos, en paredes y muros, llamados mictlecas, para diferenciarlos de las grecas de origen griego.
Oaxaca también es cuna de artesanos inigualables.
Ellos conservan tradiciones ancestrales y elaboran productos que dan fama mundial a México, entre ellos están:
- Los alebrijes de San Martin Tilcajete, figuras de ensueño que, además dan identidad a nuestro país.
- Mezcal artesanal en Mitla, donde conservan antiguas técnicas. Hoy cada botella de mezcal artesanal debe llevar la firma del Maestro Mezcalero que lo realizó.
- Las Tejedoras de Santo Tomás Jalieza, trabajan mientras conservan, de generación en generación, la tradición del telar de cintura.
Otro sitio de mucho interés turístico en Oaxaca es:
- Este árbol no es un Tule, especie de planta de los pantanos, sino un ciprés Moctezuma, ahuehuete, o ciprés mexicano.
- Su nombre viene del náhuatl: āhuēhuētl, que significa “árbol viejo de agua”, debido a que crece en lugares donde abunda el agua.
- Su edad aproximada es de 2000 años; un peso casi de 550 toneladas, su volumen aproximado parece superior a 705 m3, su diámetro es mayor a 42 m y probablemente una altura de 40 m.
- Al paso de los siglos, sus ramas y cortezas han creado formas caprichosas, las más notables son mostradas a los visitantes, por los niños de la región.
También cuenta con lugares para ecoturismo, lagunas fluorescentes, exuberantes montañas, artesanías, gastronomía, folclor y fiestas tradicionales.
Por tanto, también vale la pena conocer las maravillas de Oaxaca, en un viaje educativo de arte, para grupos escolares.
Finalmente, no importa la época del año, Oaxaca tiene siempre algo diferente que ofrecer; en marzo se viste de jacaranda, en noviembre de cempasúchil y en diciembre de mil colores para recibir a sus visitantes.